El sector de la automoción está siendo uno de los grandes damnificados por la huelga de transportistas que ya va por su segunda semana. Poco a poco la cadena de suministros está sintiendo sus efectos y obligando a algunas plantas a parar por falta de materias primas. Una de ellas por ejemplo es Volkswagen Navarra o Stellantis Vigo,que esperan poder solventar esta situación a la mayor brevedad.
Pero este parón de transporte está afectando no solo a las empresas que producen vehículos sino también a los concesionarios, que están sufriendo problemas en las entregas y en la reparación de vehículos por falta de recambios.