En el compromiso adoptado por la industria del automóvil de avanzar hacia un modelo de movilidad sostenible el Ministerio de Industria ha anunciado este mes un proyecto estratégico para abordar la transición hacia el coche eléctrico y conectado.
Dentro de este plan se recogen una serie de actuaciones que garanticen que existan en España las instalaciones necesarias para fabricar de forma autónoma y competitiva. Asimismo, otro de los puntos estratégicos será la creación de gigafactorías que permitan la fabricación de baterías para coches eléctricos, y no tener depender de China, el gigante asiático, proveedor principal de éstas últimas. Esta primera fábrica de baterías verá la luz en 2023 con la colaboración entre otros de empresas como Seat e Iberdrola.
Es indudable que en el nuevo panorama la clave está en la producción de baterías. Y España, uno de los primeros países en fabricación de vehículos tiene que mantener su posición para garantizar su futuro.